martes, septiembre 09, 2008
Al techo
¿Por qué escribir?
¿Qué ansias recónditas bullen con esta pereza?
Mudas las hojas desesperadas
Yo las miro
Salado y tibio
Esperando el descenso de muerte
Las piernas duermen
No podría pedirles nada
Con mis ronquidos
Manchados de suelo
Y ásperos de hielo
El techo maestro
Es un pedazo único
Cálido de arañas
Y de inmensidad labrada
Fingiré olvidar mi fobia
Bajo promesa de no desprenderme
Sobre el manto de todo aquello
Que por una vez es al mismo tiempo
Vacío y oscuridad.
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4 comentarios:
compadre,no le puedo decir que es campero como la piedra, sin embargo, sí un gran poeta
gracias señor, me entere de sus lecturas el otro dia pero no pude concurrir... como dice que le fue?
de hecho soy tan campero como una vereda...
saludos
Hola hermanos... seamos luminosos y llenos! mientras tanto, escribamos para contarlo... un abrazo flavo.
así es, mientras tanto, escribamos para contarlo.
mañana martes 16 estoy de nuevo flavo, tipo 7, 7 30... si no siempre hay revancha
saludos
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