martes, septiembre 09, 2008

Al techo


¿Por qué escribir?

¿Qué ansias recónditas bullen con esta pereza?

Mudas las hojas desesperadas
Yo las miro
Salado y tibio
Esperando el descenso de muerte

Las piernas duermen
No podría pedirles nada
Con mis ronquidos
Manchados de suelo
Y ásperos de hielo

El techo maestro
Es un pedazo único
Cálido de arañas
Y de inmensidad labrada

Fingiré olvidar mi fobia
Bajo promesa de no desprenderme
Sobre el manto de todo aquello
Que por una vez es al mismo tiempo
Vacío y oscuridad.

4 comentarios:

tomás augusto dijo...

compadre,no le puedo decir que es campero como la piedra, sin embargo, sí un gran poeta

Federico Crowe dijo...

gracias señor, me entere de sus lecturas el otro dia pero no pude concurrir... como dice que le fue?
de hecho soy tan campero como una vereda...
saludos

Cabeza Volcan dijo...

Hola hermanos... seamos luminosos y llenos! mientras tanto, escribamos para contarlo... un abrazo flavo.

tomás augusto dijo...

así es, mientras tanto, escribamos para contarlo.
mañana martes 16 estoy de nuevo flavo, tipo 7, 7 30... si no siempre hay revancha

saludos